Investigación realizada por: Lorena Fajardo C.
El maltrato a los animales comprende una gama de comportamientos que causan dolor innecesario, sufrimiento o estrés al animal, que van desde la negligencia en los cuidados básicos hasta el asesinato malicioso e intencional.
Cada año, un elevado número de animales son víctimas de maltratos indirectos (negligencia en los cuidados básicos: omisión en la provisión de refugio, alimentación y/o atención veterinaria adecuada) o de maltratos directos (omisión intencional de proporcionar los cuidados básicos o tortura, mutilación o asesinato malicioso del animal).
El mencionado abuso es un problema social de grandes dimensiones que no solo afecta a aquellos animales víctimas de esta violencia sino a todos los miembros de nuestra sociedad.
En primer lugar, sus víctimas son seres sensibles capaces de experimentar dolor, sufrimiento y estrés. La ansiedad es una causa importante generadora de dolor, estrés y por lo tanto, de sufrimiento. En este sentido, Gray proporciono un fuerte argumento a favor de la existente similitud entre la ansiedad en humanos y en animales. Los resultados obtenidos en sus estudios de distintas drogas indican que un estado emocional, análogo a la ansiedad humana, ocurre también en los mamíferos.
En segundo lugar, la condición de inferioridad que poseen los animales en nuestra sociedad, nos hace aun más responsables de su bienestar. Según Aristóteles , el universo esta dispuesto de acuerdo a una jerarquía racional. Aquellos seres racionales –los hombres- ocupan los niveles superiores en la jerarquía y, por lo tanto, tienen el derecho de reinar sobre los seres que se encuentran por debajo de ellos.
A pesar de que las distintas partes de la jerarquía del universo son desiguales, todas y cada una de ellas son esenciales para el adecuado funcionamiento del universo. El perjuicio de una parte de la jerarquía acarrea consigo consecuencias negativas para el todo. Por lo tanto, la supremacía del hombre trae aparejada una obligación, una responsabilidad, que es la de cumplir con la función de guardián de las especies inferiores a el.
Esta línea de pensamiento propone que los animales no son iguales que los hombres y, por lo tanto, no deben ser tratados como tales. Sin embargo, esto de ninguna manera implica que el hombre tiene derecho a maltratar a los animales, sino que debe cumplir su función de guardián a fin de que todas las partes de la jerarquía del universo coexistan libres de males. Por lo tanto, aun la teoría más tradicional que sostiene la supremacía del hombre sobre los animales, requiere la provisión de un trato adecuado y humanitario hacia ellos.
En tercer lugar, la literatura psicológica, sociológica y criminológica extranjera ha estado analizando la idea de que el maltrato a los animales esta íntimamente vinculado a la violencia interpersonal. Según estos estudios, que se vienen realizando desde hace más de treinta años, la gran mayoría de los abusadores comparten una historia de castigo paren tal brutal y rechazo, crueldad hacia los animales y violencia contra personas.
El psiquiatra Alan Felthous, junto con otros colegas, ha identificado una tríada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia los animales, y violencia hacia las personas. En gran parte, los estudios basados en el abuso animal y criminología adulta, muestran que las primeras instancias de crueldad hacia los animales tienen lugar temprano en la vida del abusador. Según la antropóloga, Margaret Mead (1964), “Una de las cosas más peligrosas que le puede pasar a un niño es matar o torturar a un animal y salirse con la suya.”
Casi todos los niños jóvenes atraviesan una etapa de crueldad “inocente”, en la cuál pueden lastimar insectos u otros animales pequeños en el proceso de explorar el mundo y descubrir sus habilidades. La mayoría de los niños, sin embargo, con la guía adecuada de los padres y maestros, se tornan sensibles al hecho de que los animales pueden sentir dolor y sufrir. Algunos, sin embargo, parecen quedarse encerrados en un patrón de crueldad que generalmente va escalando con la edad y se manifiesta en la adultez en la forma de violencia hacia las personas.
Debido a que el maltrato hacia los animales constituye un aviso sobre la posible existencia de otras formas de violencia y que la malicia a seres capaces de experimentar dolor y estrés es inaceptable en una sociedad civilizada, la presente investigación se propone analizar el problema de la crueldad hacia los animales y su vinculación con la violencia interpersonal. Este estudio tiene dos objetos específicos para los cuales se realizaron dos investigaciones distintas. El primer objetivo pretende caracterizar la crueldad hacia los animales, identificando quienes son las víctimas más comunes, los ofensores y que tipo de crueldades se cometen a fin de determinar tendencias o factores que podrían contribuir a este tipo de violencia. El segundo objetivo es analizar el posible vínculo existente entre la crueldad a los animales y otros tipos de violencia interpersonal.
1.1. Primera Investigación:
Existen varios estudios realizados en el exterior destinados a caracterizar casos de crueldad hacia los animales. En efecto, un estudio realizado en los Estados Unidos de Norteamérica en 1993 encontró que 74% de los casos que fueron investigados por la justicia comprendieron a animales de compañía. Los perros y caballos fueron- con mayor frecuencia- víctimas de malos tratos indirectos (negligencia en los cuidados básicos: omisión de proporcionar alimento, refugio y atención veterinaria) mientras que los gatos fueron más propensos a ser abandonados.
Asimismo, los resultados del estudio determinaron que los hombres tienen el doble de probabilidades de maltratar a los animales y que las mujeres son más propensas a abandonarlos. En la mayoría de los casos, los ofensores estaban desocupados. Otro estudio , también realizado en Estados Unidos reportó que los animales de compañía son los blancos más comunes de crueldad animal, con datos de crueldad hacia los perros (76% de todos los casos de animales de compañía) mucho más frecuente que la crueldad registrada contra gatos (19%). Asimismo, el estudio encontró que el 12% de los casos de crueldad hacia los animales involucra animales de granja, el 7% involucra animales silvestres y el 5% múltiples tipos de animales. Con respecto al tipo de abuso que se ejerce sobre los animales, el estudio informo que más de 57% de los casos analizados fueron caracterizados como abuso intencional o tortura, 31% involucraba negligencia extrema incluyendo hambruna y falta de cuidados, y 12% comprendían tanto negligencia como abuso.
En casos de crueldad intencional, las ofensas más comunes incluyeron balear, pegar, patear, acuchillar, tirar, quemar, ahogar, colgar, envenenar, abusar sexualmente y/o mutilar a los animales.
A pesar de la existencia de las investigaciones mencionadas, no existen en la Argentina estudios basados en datos extraídos de casos de crueldad ocurridos en nuestro país. Por lo tanto, la primera investigación pretende llenar esta laguna de información, proporcionando las estadísticas extraídas de casos nacionales de violencia a los animales.
Caracterizar a aquellas personas que inflingen malos tratos a los animales, determinar que tipo de animales son más propicios a ser víctimas y analizar la naturaleza de esta violencia constituyen el primer paso para una seria consideración del maltrato a los animales por parte de los integrantes de nuestra sociedad y el consecuente desarrollo de estrategias para infundir un mayor respeto hacia ellos. Asimismo, no existe en la Argentina una fuerte conciencia social acerca del maltrato animal y, en consecuencia, sus testigos tienden a no denunciar el hecho por falta de información o simplemente por indiferencia. Este trabajo apunta a concienciar a la sociedad sobre este serio problema.
Similarmente, se han sostenido que algunos actos de crueldad hacia los animales durante la infancia son una imitación de la violencia de la cual el niño es víctima o testigo. Varios estudios identificaron la crueldad extrema por parte de los padres como el elemento subyacente más común entre aquellos individuos que abusan de animales. Como Erich Fromm revela en su estudio “La anatomía de la destructibilidad humana” (1973), las personas sadistas tienden ellos mismos a ser víctimas de castigos terribles. Por ende, el abusador de animales sadista fue una víctima de abuso físico extremo. Niños severamente abusados, al no poseer la habilidad de empalizar con los sufrimientos de los animales, descargan sus frustraciones y hostilidad sobre animales con poco sentido de remordimiento.
Del análisis de las denuncias de maltrato a animales surge que las víctimas más comunes son los animales domésticos, siendo el 88% de los casos de crueldad dirigidos hacia perros, gatos y conejos. Dentro de este grupo de animales, los perros fueron los más representados, apareciendo en el 66% de los casos, seguidos por los gatos (15%) y los conejos (1%). Los caballos son las víctimas de maltratos que les siguen en popularidad a los animales domésticos. Aparecieron en un 8% de los casos analizados. Los monos y las vacas o bueyes fueron víctimas en un 2% de los casos cada uno y por último los chanchos, pájaros, loros, gallos, lagartos y los animales salvajes aparecieron solamente en un 1% de los casos cada uno.
Con respecto a los ofensores, el análisis indico que el 60% de los autores de malos tratos son hombres y el 40% mujeres. A contrario de lo que se esperaba y lo hallado por otros estudios de este estilo, no existió una diferencia significativa entre el sexo de los autores de violencias hacia los animales (P>0.05). Sin embargo, esto puede deberse a la cantidad de denuncias en las que se omitió el sexo del ofensor.
Las víctimas más comunes resultaron ser los perros, quienes fueron maltratados en el 53.7% de los casos. Siguiéndoles en popularidad están los gatos, quienes fueron víctimas en el 24% de los casos. El 11.1% de los casos comprendieron el maltrato de caballos y luego los animales domésticos pequeños como tortugas (5.5%), pájaros (3.7%), conejos (1.85%) y los animales salvajes (1.8%). Asimismo, varios participantes declararon haber atestiguado el maltrato o maltratado a ambos gatos y perros (12.9% de los casos).
A fin de analizar el vínculo entre la crueldad a los animales y otros tipos de violencia interpersonal, se efectuó una prueba Chi-cuadrado para determinar la existencia de alguna asociación entre la comisión de actos de crueldad hacia animales durante la infancia y adolescencia y la posterior comisión de delitos violentos contra las personas
CONCLUSION
Como podemos ver, la violencia animal no es algo nuevo, ni desconocido, mucha gente daña y practica violencia de cualquier índole a los animales. Lo importante es saber como prevenir para que esto no siga sucediendo, es importante prevenir que lamentar. No sigamos haciéndonos los ciegos y denunciemos la violencia animal donde este ocurriendo, en su casa, en la del vecino, en la de cualquier persona.
El maltrato hacia los galgos
En España, a fin de temporada, los podencos y galgos utilizados en la caza (desgraciados protagonistas de las fotos, que están circulando por toda la red), son con frecuencia sacrificados y, como se puede ver, en alguna ocasión con tintes auténticamente sádicos: palos en la boca para que mueran de hambre, ahorcados con los patas rozando el suelo para que la agonía sea más larga, o simplemente, atados y abandonados. Carlos García ha creado una estremecedora Web que titula 'español avergonzado' denunciando algunos casos de malos tratos a los galgos en España, tanto en la caza como en los canódromos de apuestas deportivas. Muchos de ellos, la mayoría hembras, tienen la dentadura destrozada por la glucosa que se les suministra para que sean más rápidos además de vivir confinados en jaulas metálicas de 1 metro cuadrado toda su vida 'laboral', también sufren desnutrición y a menudo tienen el cuerpo cubierto de llagas", asegura en una carta dirigida a la Reina Sofía
OPINION
yo creo que una persona que maltrata a un animal debe de morir como un animal porque solo creen que las personas tenemos derecho de estar en este mundo pero no es así , todos tenemos una vida y la vida de un animal vale igual a la de un humano ellos tienen que ser respetados y no maltratarlos al contrario tenemos que amarlos y quererlos por que ellos también forman parte de nuestra vida y hay q luchar para no ver mas animales en extinción o perros maltratados odio a esas personas tontas que los maltratan, el perro llegó al mundo para darnos su amor, su lealtad, su compañía pero el humano lo traiciona!!!...
SAQUE ESTO DE WIKIPEDIA Y LA OPINIÓN DE MIS PROPIAS PALABRAS
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